¡Hola, gente linda! Hoy quise hablar de algo que se tapa mucho, y que a mi me afecto en su momento… ¿Alguien sabe cuánto influye la sociedad en nuestras mentes?

Todos seguramente nos cruzamos con personas que realizan estos comentarios, o incluso sin darnos cuenta, somos quienes encabezamos este tipo de dialogo, obviamente sin maldad, pero que en silencio, lastiman.
Yo en lo personal, a lo largo de mi vida, MUCHAS veces escuche cosas como:
-¿Subiste de peso o me parece a mí? Te noto más rellenita…
-¡AY por dios! ¡Estas muy flaca! ¿Qué hiciste para adelgazar tanto?
-Ese vestido sinceramente no te favorece… ¡Te marca demasiado la panza!
-¿Cómo te vas a poner ese short tan corto? Se te ve la celulitis…
-¿Gracias a la depresión bajaste tanto? ¡Quiero deprimirme entonces también!
-Aunque te guste ese deporte no se si está bueno… Ya no tenes cintura, estas quedando cuadrada…
Realmente muchas veces presencie comentarios así, tanto para personas cercanas a mi, o mismo hacia mi propia persona.
Sin esperar ese tipo de comentarios, que caen para algunas personas, como un balde de agua fría.
Cuando era adolescente , que acababa de cumplir 15 años, -hoy por hoy, tengo 23 años, y es algo que me cuesta conversar sin que sea un mal sabor de boca-, me cruce con muchas personas, que realmente les importaba hablar sobre mi cuerpo, hasta lo consideraban un problema. Tenia unos cuantos kilos de mas, no voy a mentir, pero a mi en lo particular ni me importaba, estaba conforme. Pero cada vez eran mas personas, mas comentarios, y ya no podía seguir haciendo odios sordos, y me empece a creer, que si, que era un problema.
Parece gracioso, pero iba caminando por la calle, mirando los cuerpos de las chicas, para poder compararme, y lograr modificar mis «imperfecciones«.
El punto es que nos vemos expuestos a que la gente opine sobre nuestro peso, nuestro cuerpo, cómo nos queda la ropa o hasta lo que comemos.
Por un lado, nos critican si consideran que estamos excedidos de peso, se nos marca un rollito o algo que nos pusimos nos queda mal… Por otro lado nos alaban si bajamos de peso aunque haya sido por hacer dieta, tener un trastorno alimentario, estar enfermo o tener depresión…
La belleza no se basa en cuanto pese, cuanto coma, que ropa use. ¿Quién soy yo para opinar sobre el peso, el cuerpo de otra persona? ¿Quién sos vos para opinar sobre el mio?
¿No se les paso por la cabeza como puede afectar este tipo de comentarios?
Por eso, en vez de juzgar, criticar y opinar sobre cómo se ve o debería verse el resto, o lo que hace o deja de hacer, haciendo comentarios que pueden llegar a ser hirientes o agresivos, deberíamos focalizarnos en nuestros asuntos y evitar este tipo de opinion que aseguro que no suma.
Seamos conscientes a la hora de hablar u opinar de cosas que no son de nuestra incumbencia, y hagamos otros tipos de observaciones, como: No te veo bien, ¿te paso algo? /Te veo rara/o, ¿necesitas hablar?
Cada quien trata de llevar su vida de la mejor forma posible y a veces no hacemos lo que debemos o queremos, sino lo que podemos y como nos sale.